Castillo de Eznavejor, Torres de Xoray o Estrecho de las Torres - Villamanrique, Ciudad Real

Alejandro E.

El castillo de Eznavejor, también conocido como Torres de Joray o Xoray, fue una fortaleza musulmana situada en un cerro que en el siglo XIII pasaría a manos cristianas. De él quedan solo unos pocos vestigios de su antiguo esplendor: desperdigados restos de la muralla, alguna torre o lo que pudo ser un aljibe. Se puede acceder desde un camino que sale de la carretera y que dando un pequeño rodeo acaba dominando el cerro.

Con respecto a su historia, en el año 885 se habría producido en sus cercanías una batalla en la que las tropas del emirato derrotarían a Omar ben Hafsun, importante caudillo rebelde. Otro hecho relevante sería la posible permanencia como preso del derrocado califa Hisham III, ya en época de descomposición del califato (principios del S. XI).

El castillo habría sido retomado por los cristianos alrededor del 1180, pero perdido tras la derrota de Alarcos frente a los almohades. Sería tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212) cuando los cristianos lograrían recuperar y consolidar este enclave, cediéndolo a la Orden de Santiago. Este hecho supondría el comienzo de su declive, ya que con la fundación del castillo de Montizón más al sur así como la villa de la Torre de Juan Abad quedaría abandonado, prolongándose su estado de ruina hasta nuestros días.

Sirva como prueba de su temprana decadencia el poema que Francisco de Quevedo le dedicó cuando pasaba largos periodos de tiempo en la cercana villa de la Torre de Juan Abad durante la primera mitad del S. XVII. A continuación se reproduce la parte del poema que habla concretamente de la fortaleza:

"Funeral a los huesos de una Fortaleza que gritan mudos desengaños"

Son las Torres de Joray
Calavera de unos Muros,
En el Esqueleto informe
De un ya Castillo difunto.

Hoy las esconden guijarros
Y ayer coronaron nublos;
Si dieron temor armadas,
Precipitadas dan susto.

Sobre ellas opaco un Monte
Pálido amanece y turbio
Al Día, porque las sombras
Vistan su tumba de luto.

Las dentelladas del año,
Grande comedor de Mundos,
Almorzaron sus almenas
Y cenaron sus trabucos.

Donde admiró su Homenaje,
Hoy amenaza su bulto;
Fue fábrica, y es cadáver;
Tuvo alcaides, tiene búhos.

Certificóme un cimiento,
Que está enfadando unos surcos,
Que al que hoy desprecia un arado,
Era del Fuerte un reducto.

Sobre un Alcázar en pena,
Un Baluarte desnudo
Mortaja pide a las yerbas,
Al cerro pide sepulcro.

Como herederos monteses,
Pájaros le hacen nocturnos
Las exequias, y los grajos
Le endechan los contrapuntos.

Quedaron por albaceas
Un chaparro y un saúco;
Pantasmas que a Primavera
Espantan flores y fruto.

Guadalén, que los juanetes
Del pie del Escollo duro
Sabe los puntos que calzan,
Dobla por él, importuno.

Este Cimenterio verde,
Este Monumento bruto
Me señalaron por cárcel:
Yo le tome por estudio.
[...]
Tú, que te das a entender
La eternidad que imaginas,
Aprende de estas ruinas,
Si no a vivir, a caer
[...]

Drones Y. J.

Pequeña fortaleza musulmana también conocida como Torres de xoray o por los vecinos de la zona como estrecho de las torres
La ruina se pueden visitar libremente, actualmente no hay ninguna iniciativa local, comarcal o estatal para la conservación de esta ruinas.

Jose M.